Cuando nos planteamos hacer una mudanza, el primer pensamiento que suele pasar por nuestra cabeza es lo complicado que puede llegar a ser. No solo porque necesitas dedicarle tiempo, sino porque una mudanza implica tener que revisar y empaquetar todas tus pertenencias, saliendo de tu zona de confort.
Nadie ha dicho que mudarse fuera fácil, pero es posible que puedas hacer una mudanza tú mismo. Y cuando decimos tú mismo, no nos referimos a que lo hagas todo tú, porque es una auténtica locura. Sino que puedes encargarte tú de hacer los paquetes, embalando y protegiendo tus pertenencias, y contratar una empresa de mudanzas que se encargue solo del transporte.
De esta forma, tendrás cierto control en la mudanza, ahorrarás en gastos, porque no vas a necesitar el servicio de embalaje, y además no tendrás los inconvenientes de tener que transportar tú mismo los enseres y cajas, que siempre requiere de contar con un vehículo grande, como un camión o furgoneta, y pedir ayuda a algún amigo. Y ya lo sabemos, no siempre es fácil hacerlo.
¿Cuándo empezar a empaquetar para una mudanza?
Si te decides a hacer tú mismo el embalaje de toda la mudanza, es importante que sepas cuando comenzar.
Nuestra recomendación es que comiences un par de meses antes de la mudanza, y que te vayas programando poco a poco los objetos y pertenencias por las que debes comenzar, y cuáles son las que debes dejar para el final.
Como norma general, debes comenzar empaquetando aquellas pertenencias que no suelas utilizar. Objetos o ropa que en un período de tiempo de dos meses no tenga previsto necesitar. De esta forma, podrás ir haciendo los paquetes de forma ordenada. Recuerda también que lo óptimo es que tengas un especio donde puedas ir acumulando las cajas, para que no te molesten en el día a día.
Hacer una mudanza efectiva y sin estrés
Hacer una mudanza efectiva y sin estrés implica seguir una serie de pasos que te van a permitir tener un mayor control de todo el proceso y no morir en el intento.
Primero selecciona
Las mudanzas son la ocasión perfecta para deshacerte de todos aquellos objetos que llevas años sin utilizar y que es probable que no vuelvas a utilizar nunca más. Haz limpieza y selecciona solo los objetos necesarios y aquellas pertenencias que realmente sean importantes. El nivel de Diógenes de cada persona es diferente, pero al final todos tenemos un espíritu de ir acopiando y acumulando cosas inservibles.
Después empaqueta de forma ordenada
Como comentábamos antes, es importante que te organices y programes para ir empaquetando primero los objetos de uso más esporádico, dejando para el final los de uso más frecuente.
Utiliza embalajes adecuados
La forma de empaquetar es también un elemento clave en cualquier mudanza. Los objetos frágiles deben embalarlos de forma conveniente para protegerlos de los impactos y evitar que resulten dañados o se rompan. Utiliza algún elemento que amortigüe los impactos, como el plástico burbuja. Por otro lado, no cargues demasiado las cajas para evitar que acaben pesando mucho y sean difíciles de manipular. Te recomendamos que emplees cajas más pequeñas para los objetos más pesados, así evitarás sobrecargarlas.
No dejes tareas para el último día
El día que el transporte vaya a ir a tu casa para hacer la mudanza, deberías tenerlo ya todo listo. Nuca dejes cosas que hacer para ese mismo día, ya que te estresarás más de la cuenta y acabarás agotado mentalmente.
Como has podido ver, es posible planificarte en una mudanza sin morir en el intento. Simplemente recuerda planificarte y programarte con tiempo y lo demás irá sobre ruedas.